Cuando uno tiene la piel constantemente irritada puede ser muy difícil sentirse saludable y cómodo. A grandes rasgos, la piel sensible es la que desarrolla irritación (como escozor, ardor o enrojecimiento) como reacción a ciertas sustancias o factores medioambientales. La piel que se siente constantemente estropeada puede causar frustración y pérdida de autoestima, pero es posible tomar unos simples pasos para ayudar.

1. Límpiala con suavidad

Los mejores limpiadores faciales conservan la humedad natural de tu piel y eliminan la suciedad, el maquillaje y el exceso de grasa sin resecar la piel. Busca un limpiador suave, sin jabón ni fragancia, como Cetaphil loción limpiadora para pieles sensibles. Y asegúrate de no lavarte en exceso, ya que esto puede causar resequedad e irritación. Limpiar tu cara una vez en la mañana y una vez en la noche debería ser suficiente.

2. Huméctala

Además de ayudar a que tu piel se sienta bien, los humectantes pueden mejorar la hidratación, reducir la irritación y ayudar a restaurar la capa más superficial de la piel. Busca un humectante suave formulado específicamente para la piel sensible que no contenga ingredientes adicionales innecesarios (y potencialmente irritantes) como colores o fragancias. Una buena idea puede ser buscar una fórmula que ofrezca protección adicional para la piel en forma de ceramidas, un ingrediente que repone los lípidos de la piel al tiempo que fortalece su barrera natural. 

3. Evitar los detonantes

Por definición, se considera que la piel es sensible cuando tiene una reacción negativa a ciertos detonantes. A veces la mejor forma de tratarlas es evitando por completo estos detonantes. Pon atención a lo que causa que tu piel sensible se irrite: ¿tal vez un perfume nuevo, ciertos materiales en tu ropa o mucho tiempo bajo el sol? Otras causas pueden ser el maquillaje, el aire acondicionado o la calefacción central. Saber qué causa los brotes específicos en tu piel sensible te permite planificar adecuadamente.

4. Usa siempre protector solar

Se ha demostrado que el uso de bloqueador solar facial ayuda activamente a la piel sensible. Elige un humectante con SPF para reducir la probabilidad de exposición aguda a los rayos UV que puede afectar la salud general de tu piel (incluso cuando estás en casa). Cuando estes expuesto al sol, es buena idea que uses un bloqueador solar específico (y no solamente un humectante con SPF), y que te asegures de usar gorra y gafas de sol. 

5. Evitar la exfoliación agresiva

La exfoliación es una buena práctica que ayuda a limpiar profundamente la piel, eliminando los irritantes, las impurezas y los contaminantes. Es más, tiene el beneficio adicional de eliminar las cédulas muertas y estimular la renovación de la piel. Pero no todos los exfoliantes faciales son iguales. Cuando uses un producto exfoliante, asegúrate de que esté diseñado específicamente para pieles sensibles. Aunque probar un nuevo e ingenioso aparato exfóliate o una máscara abrasiva "para limpiar los poros" pueda sonar tentador, lo mejor es evitarlos, ya que pueden ser bastante agresivos. Cualquiera que sea el producto que uses, es importante que establezcas una rutina de cuidado de la piel que funcione para ti, tu estilo de vida y tu piel sensible. 

Recuerda seguir todas las indicaciones y consultar con tu dermatólogo para que este te brinde el cuidado adecuado según tu tipo de piel.

En Piel Farmacéutica estamos dispuestos a asesorarte y acompañarte en el cuidado de esta. Comunícate con nosotros al 4441475, o a través de nuestras redes sociales @pielfarmaceutica.