Tomar el sol en la playa, practicar senderismo en la montaña, pasear por el parque... Son situaciones cotidianas en las que nos acompaña siempre un fiel amigo: el sol. Por eso es importante tener siempre a nuestra disposición el mejor protector solar para evitar dañar nuestra piel. 

Esto tiene una implicación evidente sobre la piel: está más expuesta a los rayos del sol y a sus radiaciones. Elegir el mejor protector solar, por tanto, es una decisión más importante de lo que mucha gente pueda imaginar. Esta crema (o spray) será la principal barrera que protegerá nuestra piel de la cara negativa del sol.

Escoger un protector solar de calidad, formulado con los activos adecuados y con la textura que mejor se adapte a nuestra piel es fundamental para evitar consecuencias que pueden llegar a ser nefastas. 

Antes que nada, te aconsejamos que acudas a tu dermatólogo. Él te aconsejará y lo mejor es hacerle caso.

La primera duda que se plantea es dónde adquirir el mejor protector solar. Nosotros lo tenemos claro: en la tienda de dermatología. No solo porque es ahí donde encontraremos los productos elaborados por laboratorios de confianza, sino también porque podrán aconsejarnos personalmente. 

Ya la tienda, la siguiente duda que nos asalta para elegir el mejor protector solar es: ¿con qué SPF? Creemos saber qué es el SPF (o FSP en español) pero no todo el mundo lo tiene claro. El SPF (Sun Protection Factor o Factor de Protección Solar) mide el grado en que la piel está protegida de las quemaduras solares.

El número indica el tiempo que tardaría nuestra piel en quemarse. Así, a mayor número SPF, más duradera será la protección.

Lo cual no significa que un SPF50 garantice una protección total. Esta no existe. Debemos ser generosos con su aplicación y repetirla cuando proceda y siempre tras salir del agua. Los dermatólogos recomiendan al menos SPF30 para proteger de los dañinos rayos UV-B y UV-A. 

La siguiente cuestión es ¿contra qué me tengo que proteger? Usando el mejor protector solar lograrás defenderte tanto de los rayos ultravioleta (UV) como de sus efectos.

El índice UV es un indicador de la intensidad de la radiación ultravioleta que proviene del sol. 

Se utiliza para describir la intensidad del sol en un lugar y hora determinados. El índice tiene un rango de 1 a 11 en el que 11 es el nivel más alto y representa el mayor riesgo de sufrir lesiones en la piel...

Hay tres tipos principales de radiación ultravioleta emitida por el sol. Los rayos UV-C son los más peligrosos, aunque son absorbidos totalmente por la capa de ozono. Los dos restantes, UV-A y UV-B sí que alcanzan la superficie terrestre. 

La radiación UV-A no causa quemaduras solares, pero penetra más profundamente en la piel, donde causa daños y provoca un envejecimiento prematuro, conocido como fotoenvejecimiento: arrugas, pérdide del tono de la piel, etc.

La mayor parte de la radiación UV-B que llega a la atmósfera terrestre es neutralizada por la capa de ozono. Su disminución estos últimos años ha provocado un aumento de los rayos UV-B que alcanzan la superficie terrestre y por lo tanto pueden afectar a la piel, más razones si cabe para emplear el mejor protector solar.

Si recibimos demasiada radiación UV-B, la piel sufre quemaduras solares y adopta un color rojizo como señal de alarma. Entonces se activa un mecanismo interno de autorreparación celular.

Cuanto mayor sea la frecuencia y la intensidad con la que la piel sufre quemaduras solares, mayor será la necesidad de recurrir a este mecanismo, que con el tiempo resulta insuficiente. Como consecuenta, se genera un daño genético que puede derivar en la aparición de lesiones pre cancerosas e incluso cáncer de piel. 

¿Cómo elegir el protector solar?

Para elegir el mejor protector solar debemos tener en cuenta esto y seleccionar aquel que no solo proteja, sino que también ayude a reparar ese daño. 

La línea Repaskin de Sesderma es la primera del mercado que gracias a su teconología Shield- System es capaz de proteger y reparar al mismo tiempo.

La principal novedad consiste en que al añadir Zinc fingers y enzimas reparadoras liposomadas se logra un fotoprotector que repara los daños celulares y protege la piel al mismo tiempo que se toma el sol. 

Esta protección cubre tanto los rayos UVA, UVB e infrarrojos. De esta manera, nuestra piel estará mucho mejor protegida y nosotros, más tranquilos.